Hoy es un día especial, se celebra la Marató de TV3 como cada año en Cataluña. Un proyecto maravilloso enfocado a obtener recursos económicos para la investigación científica de enfermedades que de momento no tienen curación definitiva.
La edición 2012 es sobre el cáncer, y por eso querría dedicarle esta entrada. Hablar sobre la prevención y también sobre como actuar desde la alimentación una vez detectado.
Alimentación en la prevención del cáncer:
En primer lugar es vital evitar la obesidad, ya que aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama (después de la menopausia), de endometrio (el revestimiento del útero), de colon, de riñón y de esófago. Por lo tanto, será necesario disminuir el consumo de grasa saturada de origen animal, aquí se encontraría la carne roja, los embutidos, las mantecas, la bollería industrial… y también disminuir el consumo de azúcares refinados.
El aumento de las dosis de fibra es muy importante para evitar cáncer de colon sobretodo. La fibra aumenta el tránsito intestinal y disminuye el contacto de los cancerígenos con la mucosa, forma sustancias anticancerígenas como resultado de la fermentación de la fibra y puede aumentar la cantidad de sustancias fitoquímicas que acompañan la fibra (antioxidantes, fitoesteroles…). Con todo esto se deberá aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.
El consumo abundante de antioxidantes se vuelve imprescindible cuando se habla de cáncer en general, tanto para la prevención como para el proceso de la enfermedad. Las vitaminas A, E y C juntamente con los carotenos y los oligoelementos son indispensables. Todo esto lo encontramos en las frutas, verduras de color rojo o naranja, frutos secos y aceite de oliva.
Debe evitarse el consumo de ahumados y curados con sal y nitritos si se hace un abuso. Se ha visto que en poblaciones donde se consumen estos compuestos aumenta el riesgo de padecer cáncer gástrico o esofágico. (Los nitritos y nitratos se utilizan en la indústria alimentaria para mejorar el color de las carnes procesadas).
Como última recomendación principal sería moderar el consumo de alcohol y dejar de fumar.
Alimentación durante la enfermedad:
Durante la enfermedad, donde se sigue un tratamiento médico, cambian ligeramente las recomendaciones nutricionales y dietéticas.
Principalmente se recomiendan alimentos poco ácidos y de fácil digestión. Por lo tanto, ahora alimentos como el tomate, la naranja, el kiwi o alimentos grasos, la leche, el café… no estarán especialmente indicados.Por un lado el aporte lipídico deberá ser a base de aceite de germen de trigo, omega 3, aceite de oliva virgen de baja acidez… (se necesita un buen aporte calórico), y por otra parte el aporte proteico será muy importante para evitar la atrofia muscular. Se obtendrá del pescado blanco, clara de huevo hervida, queso desnatado fundido, gelatinas, levadura de cerveza… (el jamón ibérico es uno de los pocos cárnicos que se toleran).
En cuanto a los requerimientos de hidratos de carbono se podrá tomar patata hervida o al horno, arroz, espaguetis y pan tostado. (Las legumbres se dejarán para consumo ocasional, ya que provocan flatulencias). Las mejores frutas serán la manzana y la pera, ya que son poco ácidas y de fácil digestión. Será muy importante hacerse licuados y zumos de hortalizas, como también infusiones suaves. Serán la fuente de vitaminas y minerales juntamente con las verduras cocidas, ya que se reducirá el consumo de ensaladas, algunos alimentos crudos pueden contener gérmenes y éstos pueden ser perjudiciales cuando el cáncer o el tratamiento debiliten el sistema inmunitario. Por eso se debe cocinar de forma segura.
Además se recomendará el consumo de suplementos como el polen, la spirulina y el ginseng, entre otros. También seguir una dieta rica en fibra soluble, ya que no da distensión abdominal.Para acabar se recomendará hidratarse muy bien durante el día y para ayudar a combatir el estreñimiento que provoca muchas veces el tratamiento se deberá añadir aceite, yogur y semillas de lino en la dieta.